EL ESPEJO

El joven monje subió al templo a visitar al maestro
—En tu mirada veo que sufres —dijo el anciano— ¿qué es lo que nubla tu pensamiento?
—Estoy enamorado —respondió el muchacho.
—Entonces deberías estar feliz.
—Yo la amo, pero ella no a mí.
—El amor es la expresión máxima de la generosidad mientras que el deseo de ser amado implica egoísmo—dijo el sabio señalando un espejo—no los debes confundir, son dos sentimientos exactos pero opuestos.

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